No cabe duda que cuando una persona se propone algo y es inteligente, estudiosa y valiente, lo logra. Y fue muy difícil lograrlo, y a que en esa época, el siglo XIX, las mujeres no podían acceder a los estudios universitarios.

Desde pequeña se interesa por el estudio y su madre le transmite sus conocimientos aprendidos en el convento. Su padre se opone. Ella ingresa a la Escuela Nacional de Medicina en 1870 y logra el título de partera. Llega a la ciudad de Puebla y pronto tiene fama de ser la mejor, pero como era mujer y con estudios es calumniada y tiene que emigrar a Veracruz.

Matilde Montoya Lafragua, regresa a Puebla y se inscribe en la escuela de medicina de la UAP y fue aceptada en una ceremonia a la que asisten el gobernador y funcionarios. Como la siguen difamando y obstaculizando su carrera, escribe una carta al presidente y se logra que pueda presentar su examen profesional.

Aprueba por unanimidad en un examen en el que está presente Porfirio Díaz y personalidades.

Es así que Matilde Montoya, estudiante de la UAP, fue la primera médica mexicana que se gradúa en la Escuela Nacional de Medicina. Fue una excelente profesional que logró a pesar de todos los obstáculos ser la primera médica mexicana. Matilde Montoya muere un día como hoy, 26 de enero de 1938.