Cultura y entretenimientoLa casa de los cañonesLilian Illades
La casa de los cañones 

La ciudad de Puebla ofrece a sus habitantes, así como a quienes la visitan, un secular centro histórico en donde pueden apreciarse hermosas y majestuosas construcciones que datan del periodo colonial. Una obra arquitectónica de singular belleza es la Casa de los Cañones. En ella sobresalen la fachada de talavera y ladrillo, el inmenso portón de madera, el barandal corrido de hierro forjado que abarca todo su frente, y los vertederos en forma de cañon que coronan la cornisa. Estos últimos, son los únicos que con ese diseño existen en la ciudad. La remodelación de la residencia, con las peculiaridades resaltadas, data del último cuarto del siglo XVIII, pero el casco original fue levantado desde el reparto de los solares primigenios.

A lo largo de su historia, la Casa de los Cañones sirvió de morada o pertenencia a funcionarios reales, órdenes monacales, clérigos, hacendados, políticos y empresarios hispanos, criollos y mexicanos; alojó oficinas de la corona española, albergó establecimientos comerciales de la más variada índole y se convirtió en recinto universitario a partir de 1980. La antigua casona es hoy día un bien histórico irremplazable, con gran valor estético, que forma parte del patrimonio de la humanidad.

Aportaciones arquitectónicas

Hoy en día, la Casa de los Cañones conserva la fachada de dos niveles de composición simétrica de los tiempos coloniales, y un agregado que se construyó en la segunda mitad del siglo XIX que refleja la influencia de su época.

La entrada principal de la antigua casona es de gran altura, el vano o hueco mide cerca de cinco metros, y llega a cubrir lo alto del primer nivel; las anchas jambas de los lados soportan un dintel colonial de cantera labrada, cuyo espesor es similar al de aquellas. El enorme y pesado portón de madera fina y maciza está adornado con figuras geométricas y vegetales; sus llamadores —en ambas hojas— son de bronce figurando a dos leones con aspectos amenazantes, el de la aldaba es el de mayor tamaño. El postigo (puerta pequeña) del portón abarca las dos terceras partes de la hoja derecha vista desde el frente, lo que remite al linaje de los habitantes de la casa.

Hay dos pares de ventanas a cada lado de la entrada, siendo sus marcos de cantera labrada; las exornadas jambas de las ventanas rematan en figuras vegetales y ornatos en forma de espiral, caracol o hélice que soportan a la cornisa con la que se corona lo alto del muro para evitar la entrada de agua. Las ventanas se encuentran protegidas por una herrería decorada con figuras botánicas y geométricas.

A lo largo de la fachada hay un alto lambrón o guardapolvo de cantera labrada, enmarcado con una moldura del mismo material que guarda una forma mixtilínea. El paramento o superficie exterior del muro se encuentra revestido con el material tradicional poblano de talavera y ladrillo cuadrangular.

Siguiendo la composición de la planta baja, el primer piso cuenta con cinco vanos para las ventanas; las jambas se prolongan hasta la cornisa y los cerramentos dinteles con los que se cierran los huecos están adornados con motivos semejantes a los de la planta baja. El recubrimiento de este nivel, desde el piso hasta el techo, es también de talavera y ladrillo.

En la Casa de los Cañones destaca el balcón corrido que abarca el largo de la fachada. El barandal es de hierro; fue forjado mediante martillo, yunque y fuego. Los adornos en forma de rombo y otras figuras geométricas, de diferentes tamaños, le dan un carácter excepcional al barandal; este se sujeta al muro a través de seis enormes elementos de fierro forjado en forma de lazos y chinos que terminan en figuras de mastines trabajadas en bronce.

El primer nivel remata con dos elaboradas cornisas. Los extremos de cada una están adornados con un mastín hecho en argamasa mezcla de cal, arena y agua que ostenta un collar; el can muestra las dos patas delanteras dando la impresión de que está saliendo de un hueco. En las cornisas destacan seis cañones de cantera a manera de gárgolas desaguaderos salientes de piedra empleados para alejar las aguas pluviales de los muros. Los cañones son claramente identificables; sus ruedas dentadas son de argamasa y sobre el eje de cada uno se encuentra la cara de un león que aparenta estar levantando un lienzo con las fauces. En el patio principal de la casa se aprecian once cañones fabricados completamente en cantera, repartidos entre los cuatro lados de la cornisa con la que se corona la parte inferior del primer piso. Esos cañones tienen las ruedas dentadas, y en los ejes se observan leones que presentan la misma actitud que los exteriores.

El uso del león, como elemento de ornato en las construcciones, está íntimamente relacionado con los atributos del animal. Simboliza vigilancia; ya que desde tiempos muy antiguos se tenía la creencia de que dormía con los ojos abiertos. Por ello, comúnmente, ha sido utilizado para inspirar respeto y temor. Por otra parte, los grandes felinos, que en muchas ocasiones aparecen con máscaras casi humanas, simbolizan justicia.

Fuente: Tiempo Universitario. Año 3, numero 6, H. Puebla de Zaragoza a  23 de Marzo de 2000

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