Juana de Arco (Jeanne d'Arc) se estima que nació en 1412 en Domrémy, en el Reino de Francia, fue hija de hija de Jacques d'Arc​ e Isabelle Romée, sus padres eran propietarios de veinte hectáreas de tierra, su padre complementaba su trabajo como granjero con un puesto como funcionario de la aldea, recaudando impuestos y dirigiendo la guardia local, el nombre de Juana es complicado debido a que nos registros no son exactos y su nombre a cambiado debido a la evolución del idioma pero se refería a sí misma como la Pucelle (la doncella), la literatura se refiere a menudo a ella como la Doncella de Orleans.

Durante la infancia de Juana hubo varias incursiones militares borgoñonas y para 1419 la guerra había empezado a afectar la región, en 1428 la región fue saqueada por un ejército borgoñón al mando de Antoine de Vergy, quien incendió la villa y destruyó sus cultivos, fue por esta época que Juana tuvo su primera visión.

Alrededor de 1425, se le apareció una figura que identificó como San Miguel Arcángel, rodeado por ángeles en el jardín de su padre, durante su vida siguió teniendo visiones de San Miguel, así como de Santa Margarita virgen y Santa Catalina de Alejandría, sus visiones le dijeron que debía marcharse de Domrémy para ir a ayudar al Delfín Carlos, debía expulsar a los ingleses y llevar al príncipe heredero el trono francés a Reims para su coronación como rey.

Entre 1428 y 1429 solicitó al comandante de la guarnición, Robert de Baudricourt, una escolta armada que la llevara a la Corte de Armagnac en Chinon para tener una audiencia con el Delfín, pero sus peticiones fueron negadas hasta que Juana predijo una derrota que sufrirán en la Batalla de los Arenques, esto le gano la imagen de una figura milagrosa y se le otorgó a una escolta para visitar Chinon, atravesando el territorio de Borgoña disfrazada de soldado.

El primer encuentro entre Juana y Carlos VII tuvo lugar en la Corte Real en la ciudad de Chinon en marzo de 1429,​ cuando ella tenía 17 años, ​​Juana le dijo que había venido a levantar el sitio sobre Orleans y a conducirlo a Reims para su coronación, Juana pidió permiso para viajar con el ejército y vestir una armadura protectora, que le fue proporcionada por el gobierno Real, sus peticiones fueron concedidas ya que la veían como la única fuente de esperanza para un régimen que estaba cerca del colapso.

Debido al temor de que tuviera algún pacto con el diablo, se le realizaron varias pruebas que la determinaron como una chica de vida irreprochable, tras los exámenes, el delfín le otorgó una armadura de plata, un estandarte que diseñó ella misma, y una espada que se encontraba bajo el altar de la iglesia de Sainte-Catherine-de-Fierbois, Juana llegó a la ciudad sitiada de Orleans el 29 de abril de 1429, pese a que no era tomada en cuenta para las decisiones en la batalla ni recibía órdenes, Juana se ganó rápidamente la fe de las tropas Armagnac, quienes creían que les podía llevar a la victoria, con el tiempo los comandantes aceptaban su consejo, el ejército francés logró varias victorias en el tiempo que Juana estuvo con ellos, pero ella nunca mato a nadie.

La repentina victoria en Orleans dio lugar a muchos nuevos planes, Juana insistió en que las tropas de armagnac debían avanzar hacia Reims para coronar al delfín, Tras la destrucción del ejército inglés en Patay, el ejército salió de Gien el 29 de junio y emprendió la marcha hacia Reims, el avance fue casi sin oposición, Reims abrió sus puertas al ejército el 16 de julio de 1429. Carlos, Juana y el ejército entraron por la noche y la coronación de Carlos VII se celebró a la mañana siguiente, Juana ocupó un lugar de honor en la ceremonia, anunciando que la voluntad de Dios se había cumplido.

La campaña militar de Juana continuó mientras su modesto ejército liberaba ciudades que pedían ayuda, con cada ciudad liberada su ejército se hacía más grande, sin embargo, el 23 de mayo de 1430 intentó atacar el campamento borgoñón en Margny, cuando cayó en una emboscada y fue capturada, tras varios intentos de escape y rescate, los ingleses llevaron a Juana a la ciudad de Ruan, que era su centro de operaciones en Francia, Juana fue juzgada por herejía​ y travestismo, el 30 de mayo de 1431, Juana fue ejecutada a morir en la hoguera a la edad de unos diecinueve años, antes de morir abrazo una cruz, sus cenizas fueron arrojadas al Rio Sena.

La guerra terminó veintidós años después de la muerte de Juana con una victoria francesa en la batalla de Castillon en 1453 poniendo fin a la guerra de los cien años, la beatificación en 1909 y fue canonizada como santa de la Iglesia católica el 16 de mayo de 1920, Juana de Arco salió de un pueblo olvidado y saltó a la fama cuando era una campesina adolescente e iletrada, se convirtió en una figura legendaria.

Mario Valadez

Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/juana_dearco.htm