El libro de la semana🤓 Los tesoros de la virgen madre y la serpiente 📖Conoce cada uno de los libros que la BUAP tiene para ti. En la entrega de hoy: hablar de Cholula es como hablar de peces.

 

Hablar de Cholula es como hablar de peces. Como tal, no existe un animal como el pez, existen salmones, atunes o truchas, pero pez, pueden ser todos y ninguno. Con Cholula pasa algo parecido. Pensemos en los municipios  de San Pedro Cholula y San Andrés Cholula. Cuando una persona dice que está en Cholula, tiene que estar en uno de los dos municipios, en sentido estricto no puedes estar en Cholula. Sin embargo, las separaciones legislativas y geográficas entre las Cholulas se desdibujan en una amalgama de símbolos, cosmovisiones y rituales que se conectan a través del tiempo en una sola identidad. Por lo que decir: “estoy en Cholula”, parado en la cima del cerro-pirámide-santuario de los Remedios guarda un significado muy profundo.   

Por allá del siglo VII, los olmeca-xicalancas controlaban la región que compete a los dos municipios. Lo que hoy está debajo del santuario de los Remedios, era el centro ceremonial más importante de la ciudad llamado Tlachihualtépetl: “lugar de la montaña artificial” o  “montaña hecha a mano”. Tlachihualtépetl se construyó entre el 200 y 100 a.n.e. El templo fue dedicado al de las nueve lluvias: Chiconauhquiahitl. Sin embargo, en el siglo XII, grupos tolteco-chichimecas provenientes de Tollan irrumpieron con violencia en la región. Los olmecas-xicalancas fueron relegados al sur de la pirámide  dónde hoy es San Andrés y los dominantes se quedaron en lo que hoy es San Pedro. 

 

 

La región adquiere el nombre de Tollan-Cholollan- Tlachihualtépetl, esta se dividió en seis cabeceras. Cuatro de filiación étnica toltecas y dos olmecas. Cada filiación étnica guardaba su propia legislación a pesar de la subordinación de los olmecas. Bajo el dominio de los Toltecas la ciudad se volvió el centro político, económico y religioso más grande de Mesoamérica. Aunque los Toltecas introdujeron el culto a Quetzalcóatl y erigieron un templo al norte de la pirámide olmeca, Tlachihualtépetl siguió siendo el templo central de las dos etnias. Con esto podemos pensar que desde antes de la llegada de los españoles la división y unidad de Cholula ya se expresaba en la relación de los pueblos indígenas.   

A la llegada de los españoles, los conquistadores se aprovecharon de las diferencias entre los olmecas y los toltecas para conquistar la ciudad. Con apoyo de los olmecas y colomochas, comunidad tardía que se integró a Cholollan, los españoles sometieron a los toltecas para conquistar el territorio. Los testimonios recopilados por Alejandra Gámez Espinosa en su libro: “Los tesoros de la virgen madre y la serpiente”, reflejan que la separación de identidad entre los pobladores de San Pedro y San Andrés, hasta la fecha, tienen una estrecha relación con este hecho. Los habitantes de San Pedro descendientes de los toltecas llaman traidores a los habitantes de San Andrés. Sin embargo, los habitantes de San Andrés descendientes de los olmecas reclaman el territorio como propio por derecho de antigüedad.  

La separación entre los pueblos fue nuevamente unida en el culto a la Virgen de los Remedios, instaurada en la cima de Tlachihualtépetl en 1594. Es interesante pensar el papel político y espiritual que ha jugado la virgen a lo largo de la historia. Durante la edad media la virgen fue definida como el cuello entre la cabeza de  Dios y el hombre. La virgen como símbolo espiritual de unión entre la unidad absoluta y la pluralidad cambiante ha cumplido su función simbólica a lo largo de la historia de América Latina. Ya que el culto a la virgen ha resuelto los conflictos de identidad entre españoles, indígenas, negros y mestizos. Tan es así que el símbolo de unión para el levantamiento armado de independencia fue una virgen. 

La capacidad de unión de este símbolo religioso quizá se deba a su flexibilidad de representación. A diferencia de las imágenes simbólicas de la divinidad principal católica, la representación de la virgen se permite adherir a su imagen elementos muy diversos. Los tonos de piel, el color del cabello y las vestimentas de sus diferentes representaciones no contradicen ni denigran su significado espiritual. 

 

 

La Virgen de los remedios de Cholula es un caso muy particular. Un virgen que habita una ermita construida con la piedra del templo de Quetzalcoátl, sobre el templo de Chiconauhquiahitl. Representa la prosperidad de las lluvias del pueblo olmeca, como la conexión con los cielos del pueblo tolteca y los preceptos de la iglesia católica española. Recibe ofrendas de las divinidades solares indígenas como la quema de los panzones; acepta el trueque como ofrenda para la abundancia, la salud y la buna cosecha; y además se le hacen misas. 

Qué profundo y que complejo es estar parado en Cholula. Si quieres saber más te recomiendo leer: “Los tesoros de la virgen madre y la serpiente. Simbolísmo, Cosmovisión y ritual del complejo cerro-piramide-santuario de los Remedios en Cholula, Puebla”. Una publicación de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en colaboración con ediciones del lirio que podrás encontrar en todas las librerías de nuestra universidad. Yo soy Juanito Ramírez y este es el libro de la semana.     

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