Héctor Roberto Chavero nació el 31 de enero de 1908 en Pergamino, provincia de Buenos Aires, su familia es de ascendencia quechua y vasca. Su interés por el folclore argentino comenzó a florecer cuando su familia se trasladó a Tucumán, una región rica en tradiciones y música popular. Aquí, comenzó a aprender a tocar la guitarra, y su talento musical se hizo evidente rápidamente.

A los 19 años, decidió adoptar el seudónimo "Atahualpa Yupanqui" en honor al último soberano inca, Atahualpa, y al término quechua "Yupanqui" que significa "el que viene de un lugar lejano para decir algo". Este nombre reflejaba su conexión con las raíces indígenas y su misión de llevar un mensaje profundo a través de su arte.

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Atahualpa Yupanqui comenzó su carrera en la década de 1930, viajando por las provincias argentinas, recogiendo historias y canciones populares. Su obra se caracterizó por una profunda empatía hacia los campesinos y trabajadores rurales, quienes a menudo eran los protagonistas de sus canciones.

Su primer gran éxito fue "Camino del Indio", una canción que captura la esencia de la vida rural y la resistencia indígena. Esta canción, junto con otras como "Los Ejes de mi Carreta" y "El Arriero", se convirtió en clásicos del repertorio folclórico argentino.

Además de su música, Yupanqui fue un prolífico escritor. Su obra literaria incluye poesía, relatos y ensayos que exploran la vida rural, las injusticias sociales y la búsqueda de identidad. Entre sus libros más destacados se encuentran "Cerro Bayo" y "El Payador Perseguido".

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La vida de Atahualpa Yupanqui no estuvo exenta de dificultades. En la década de 1940, debido a sus ideas políticas y su asociación con el Partido Comunista, fue perseguido y encarcelado por el gobierno argentino. Esta persecución lo llevó a exiliarse en Europa durante varios años, principalmente en Francia, donde continuó componiendo y actuando.

Durante su exilio, Yupanqui fue acogido por la cantante francesa Édith Piaf, quien lo ayudó a establecerse en el circuito musical europeo. A través de su amistad con Piaf, logró llevar su música a un público internacional, consolidando su reputación como uno de los grandes folcloristas de su época.

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Atahualpa Yupanqui regresó a Argentina en la década de 1960, donde continuó su carrera hasta su muerte en 1992. Su legado continua no solo a través de sus grabaciones y escritos, sino también en la influencia que ejerció sobre generaciones de músicos y poetas.

En reconocimiento a su contribución a la cultura argentina y latinoamericana, Yupanqui recibió numerosos premios y honores. Entre ellos, el Premio Nacional de Música y el Gran Premio SADAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores). Además, su obra ha sido objeto de numerosos estudios y homenajes, asegurando que su voz y su mensaje sigan resonando.

Autore: Gerser Gelly 

Referencias:  Atahualpa Yupanqui. (2020, 3 junio). Argentina.gob.ar. https://www.argentina.gob.ar/secretariageneral/museo-casa-rosada/iconos-argentinos/yupanqui

Cmtv. (2000, 6 marzo). Biografía de Atahualpa Yupanqui. CMTV. https://www.cmtv.com.ar/biografia/show.php?bnid=2063&banda=Atahualpa_Yupanqui