Los sueños y metas son algo maravilloso porque nos impulsa a trabajar, tener disciplina, intentar mejorar. Que increible es ver nuestro esfuerzo rendir sus frutos, y que cruel cuando algo interfiere en ellos. Como una vida llena de dedicación de pronto se ve truncada por un suceso fuera de tu control. Aquello que llamamos accidente, ¿no será la vida conduciéndonos por otro camino? Conozco a alguien que puede responder a ello y es Maya Rivet, la protagonista de nuestra siguiente recomendación literaria, llamada: Cuando no queden más estrellas que contar de María Martínez.  

Mi nombre es Karla González, y te recomiendo el libro: Cuando no queden más estrellas que contar de María Martínez

Maya desde muy pequeña se ha sacrificado en ser bailarina de ballet, toda su vida ha sido preparada por su abuela para convertirse en la mejor. Trabaja en una Compañía Nacional de Danza y los ballets más prestigiosos quieren tenerla entre sus filas. Sin embargo, un accidente lo cambia todo, una lesión le impedirá seguir bailando de forma profesional. Su abuela la culpa por lo sucedido, el abandono de su madre duele más que nunca. Pero en un giro del destino, encuentra una vieja cajita de música, con una fotografía; que le revela una verdad innegable. Sin el ballet, Maya siente que ya no es nadie y esa foto representa su única oportunidad de encontrar un nuevo camino o quizá un intento desesperado por buscar un lugar al que pertenecer. 

Es una novela de ficción y romance contemporáneo escrita por María Martínez, autora española, quien maneja una prosa maravillosa y poética para narrar los sentimientos de la protagonista y diálogos capaces de quedar enterrados en la mente del lector, con personajes entrañables como Lucas y Guilio. El viaje de Maya refleja cómo los errores que cometen los padres pesan en los hijos, la familia puede encontrarse en lugares inesperados y sobre todo, que cada uno merece encontrar su lugar en el mundo, no para encajar, sino para sentirse en paz. 

No hay mejor oportunidad de leer este libro ahora que el invierno quedó atrás y el aire se siente cálido para conocer la belleza de Sorrento, en Italia. Lugar donde se ambieta esta novela, y que además te recibe con un abrazo cálido al corazón para todos aquellos que luchan por encontrarse a sí mismo.

Cuando no queden más estrellas que contar, es el título de esta obra, ¿quieres saber por qué se llama así? La respuesta la encontrarás al leer el libro.

                                                                                    Karla González Báez