Un poco de su vida
Alfonso Paso Gil nació en Madrid el 12 de septiembre de 1926.
Su familia estaba llena de autores teatrales, artistas y músicos. Fue hijo de Antonio Paso y Cano, dramaturgo y libretista de zarzuelas de la generación del 98 y, de la actriz Juana Gil.
Tras abandonar la carrera de ingeniero aeronáutico, estudió Filosofía y Letras, en la rama de Historia de América y Arqueología, ingresó en 1946 y consiguió el Premio Extraordinario fin de carrera en 1952. También estudió medicina y psiquiatría y, en 1974 se licenció en periodismo.
Formó el primer grupo de renovación escénica de aquellos años, “Arte Nuevo”, dentro del cual estrenó sus primeras piezas breves, además de dirigir montajes sobre obras de Supervielle, Lorca, Valle o Tennesse Williams en el marco del teatro universitario en 1951.
Contrajo matrimonio con Evangelina Jardiel Poncela y fueron padres de las actrices Paloma Paso Jardiel y Rocío Paso Jardiel.
Fue el momento en que llegaron sus primeros estrenos significativos en el campo de la comedia: “Cuarenta y ocho horas de felicidad” y “No se dice adiós, sino hasta luego”, títulos seguidos de una de sus obras primerizas mejor consideradas, “Una bomba llamada Abelardo”, divertida sátira estrenada en 1953, en la que un sabio feo es el inventor de un ansiado explosivo nuclear que se disputan rusos y americanos, peripecia alusiva a la entonces “guerra fría”.
A partir de 1953, la carrera teatral de Alfonso Paso es ascendente, convirtiéndose a finales de aquella década y a lo largo de la primera mitad de la siguiente en el comediógrafo más prolífico del teatro español de su tiempo. La crítica teatral, que en una primera época lo apoyó y posteriormente lo rechazó, suele distinguir tajantemente dos etapas en su trayectoria como dramaturgo: la que llega hasta el año 1960 o 1061, período en el que se encuentran sus obras más valiosas, y una segunda etapa en la que el teatro de Paso se imita a sí mismo, se repite y se reitera en argumentos anodinos, que buscan sólo complacer las expectativas de un público escasamente exigente que le seguía siendo fiel, por lo que su teatro era continuamente solicitado por los empresarios privados del estancado teatro comercial de entonces.
Su primera comedia, “Un tic-tac de reloj”, la escribió en 1946 y constaba de un solo acto.
Intentó en los inicios de su carrera una renovación teatral, con obras como “Juicio contra un sinvergüenza” (1958) y “Los pobrecitos”, pero se plegó a los gustos de la clase media de los años cincuenta y sesenta, escribiendo un teatro de evasión, más dedicado a entretener.
En 1960 el gran dibujante Antonio Mingote publicó un chiste en uno de los más famosos periódicos de España, en el que se veía a un matrimonio tomando café y leyendo un periódico en el que la cartelera se muestra repleta de obras de Paso, por lo cual el marido pregunta a su mujer, “ Que prefieres para esta noche, cine o Alfonso Paso?”
Fue el primer autor español vivo que estrenó en Broadway, con la comedia “El canto de la cigarra” en 1963. Fue estrenada en el teatro Anta de Broadway
En 1968, Alfonso Paso llegó a tener siete obras en cartel en siete teatros de Madrid con tres funciones diarias. Él mismo trabajaba a veces como actor en sus propias obras, y viajó por todo el mundo para presentarlas, por ejemplo, en “Sosteniendo el tipo”, “Papaíto”, “Nerón-Paso” y “Querido Profesor”.
Su obra “Enseñar a un sinvergüenza”, protagonizada por Pepe Rubio y estrenada en 1968, tiene el récord de permanencia continuada en cartel (23 años) solo superada por “La ratonera: de Agatha Christie, la cual lleva 60 años en Londres.
Costumbrismo y crítica social, a través de un humor irónico y renovador, fueron los ingredientes que Paso utilizó como componentes fundamentales de su teatro, si bien el segundo fue perdiendo fuerza a favor del primero, de modo que el intento de criticar desde dentro el entorno social que aceptaba sus primeras obras, en un declarado intento de “pacto crítico”, eficaz en un primer momento, se fue tornando en un teatro fácil, acrítico, escorzo paródico de sí mismo. Varios de sus títulos de mejor aceptación en taquilla pasaron al cine, con guiones y hasta dirección debida al mismo Alfonso Paso. También hizo algunas incursiones, con escaso éxito, en el campo de la novela (Cálida Josefina) y su último estreno, cuando su éxito era ya pasado, fue el de la comedia a cual lleva 60 años en Londres.
Paso colabora como guionista en algunas de las más famosas películas del cine español y en series de TV. Una de ellas, “El último café”, interpretada por Antonio Garisa, tuvo una permanencia de dos años seguidos en la pequeña pantalla.
Sus obras “El cielo dentro de casa” y “En El Escorial, cariño mío” fueron seleccionadas en 1977 como objeto de estudio por la Academia Sueca.
Alfonso Paso también colaboró en los principales diarios y revistas de su país, entre ellos ABC, Semana o Diez Minutos, con una columna semanal o diaria.
El 10 de julio de 1978, Alfonso Paso fallecía en Madrid tras perder una dura y penosa batalla contra el cáncer que finalmente acabó con su vida.
Aziel Reyes
Referencias
TEMAS RELACIONADOS