José Zorrilla y Moral nació en Valladolid el 21 de febrero de 1817. Sus padres fueron don José Nicomedes Zorrilla Caballero, Relator de la Cancillería, y doña Nicomedes Moral. A los 6 años su padre fue nombrado gobernador de Burgos, adonde se trasladó con la familia.
Entró interno en el Real Seminario de Nobles de Madrid regentado por los jesuitas, y allí comenzó a leer a Chateaubriand, a Walter Scott y a Fenimore Cooper, tan en boga entonces, y a escribir sus primeros versos.
En 1833 José se fue a Toledo para estudiar Leyes, según deseo de su padre. Pero allí se dedicó a la lectura de sus poetas favoritos y a conocer los recovecos de la vieja ciudad, que desde entonces quedaría presente en muchas de sus leyendas.
Descubrió que era sonámbulo: a veces se acostaba dejando un poema incompleto y se levantaba viéndolo acabado, o se acostaba con barba y se despertaba afeitado; pidió, que lo dejaran dormir bajo llave.
Fingió ser un artista italiano para dibujar en el Museo de las Familias, publicó algunas poesías en El Artista y pronunció discursos revolucionarios en el Café Nuevo, de forma que terminó por ser perseguido por la policía.
En 1837 se vuelve importante, el periódico “El Porvenir” le ofreció un sueldo de seiscientos reales y, finalmente, “El Español” le brindó la vacante dejada por Larra. Empezó a frecuentar la tertulia de “El Parnasillo” y leyó poemas en “El Liceo”; fue además redactor de “El Entreacto”, una publicación de crítica teatral.
En este mismo año publicó su primer libro llamado “Poesías” y dos años después estrenó Juan Dandólo en colaboración con García Gutiérrez.
Su primer drama, escrito en colaboración con García Gutiérrez, fue Juan Dándolo, estrenado en julio de 1839 en el Teatro del Príncipe.
En 1840 publicó “Cantos del trovador” y estrenó tres dramas, “Más vale llegar a tiempo”, “Vivir loco y morir más” y “Cada cual con su razón”.
En 1842 aparecen sus “Vigilias de Estío” y da a conocer sus obras teatrales “El zapatero y el rey”, “El eco del torrente” y “Los dos virreyes”.
De 1840 a 1845, Zorrilla estuvo contratado en exclusiva por Juan Lombía, empresario del Teatro de la Cruz, en el que estrenó durante esas cinco temporadas nada menos que veintidós dramas. Y era tan reconocido que a finales de 1843 recibió del Gobierno de España la cruz supernumeraria de la Real y Distinguida Orden de Carlos III.
En 1844 tuvo su más grande éxito “Don Juan Tenorio” la cual escribió en una noche de insomnio y la termino en 21 días.
Cultivó todos los géneros en verso: la lírica, la épica o narrativa y la dramática. Hay en la vida de Zorrilla tres elementos de gran interés para comprender la orientación de su obra.
En 1849 recibió varios honores: fue hecho miembro de la junta del recién fundado Teatro Español; el Liceo organizó una sesión para exaltarle públicamente y la Real Academia Española lo admitió en sus instalaciones, aunque sólo tomó posesión de la silla L el 31 de mayo de 1885 con el discurso en verso “Autobiografía y autorretrato poéticos”.
Después marchó a México, donde pasaría once años de su vida. Llegó a Veracruz el 9 de enero de 1855 y fue acogido con entusiasmo por el gobierno liberal (1854-1866), pasando largas temporada en el Valle de Apan, donde vivió una nueva historia de amor con una mujer llamada Paz y después bajo la protección y mecenazgo del emperador Maximiliano I, con una interrupción en 1858, año que pasó en Cuba. Allí comenzaron a aquejarle ataques de epilepsia que ya lo acompañarían toda la vida.
Cuando Maximiliano I ocupó el poder como emperador de México (1864), Zorrilla se convirtió en poeta áulico y fue nombrado director del desaparecido Teatro Nacional.
En 1874 decidió trasladarse a Francia, donde, en la región de Las Landas puso casa y se entregó, junto a su esposa, a la floricultura; allí pasaron dos años hasta que en diciembre de 1876 Zorrilla y señora se vieron abocados a retornar a España, donde volvió a trabajar ofreciendo lecturas públicas de sus obras.
Inauguró el teatro que lleva su nombre en Valladolid en 1884. Allí se reasentó otra vez hasta abril de 1889, pero siempre haciendo giras.
El 14 de febrero de 1890 fue operado en Madrid para extraerle un tumor cerebral; la reina María Cristina se apresuró para concederle entonces la pensión dos meses después; pero el tumor se reprodujo y falleció en Madrid en 1893 en otra operación.
“Yo no soy ya lo que fui: y viendo cuán poco soy, dejo a los que más son hoy pasar delante de mí”.
José Zorrilla (1817-1893)
Aziel Reyes
Referencias
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